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Cómo saber si tus ideas son correctas: Tania Montalvo, México.

- el junio 1, 2016 en DAL, Experiencias, Fuentes de datos, Uncategorized

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“Esta idea de que con Felipe Calderón [presidente mexicano de 2006 a 2012] estalló la violencia asociada al narcotráfico… yo quería que los datos vinculados me lo explicaran, y fue cuando encontré la explosión de células delictivas y cómo están reconocidas por las mismas autoridades que generaron esa violencia”,

dice Tania Montalvo, reportera que desde 2014 investiga el comportamiento de cuatro décadas de narcotráfico mexicano a través de bases de datos, trabajo conocido como NarcoData.

“Más allá de las ideas que tenemos, ¿qué argumentos realmente sostenibles tenemos para saber si esa idea es verdad o no? Para eso sirven realmente los datos en el periodismo”.

Montalvo, de 31 años, se ha hecho de una visión clara del periodismo de datos al cuantificar el poder y sus abusos en investigaciones sobre violaciones de la ley en detrimento del ambiente en la Ciudad de México, corrupción e incumplimiento de promesas al verificar el pago de nóminas a maestros (algunos de los cuales cobraban desde ultratumba) y, por supuesto, NarcoData, entre otras más.

¿Cómo han guiado los datos sus investigaciones periodísticas?

NarcoData

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Celda por celda, columna por columna, Montalvo construyó una imagen de datos para lo que llama “una sombra sin rostro”, la del crimen organizado. Entre otras conclusiones, cuantificó la explosión de la violencia: al finalizar el sexenio anterior a Calderón eran tres bandas criminales armadas que se tenían monitoreadas, tras seis años de una estrategia militarizada en su contra, se multiplicaron hasta sumar 52.

 

¿Cómo guiaron los datos a Montalvo y al equipo de Animal Político y Poderopedia de un documento único que obtuvieron en octubre de 2014, donde meramente se enlistaban los grupos delictivos activos ese año, territorio y cártel al que obedecían, hacia el análisis detallado de prácticamente toda la historia del narcotráfico en México?

“Lo que yo quería era tener toda la información en un mismo lugar, porque la información sobre el narco es tanta que no sabíamos dónde estaba la nota”.

 

La primera base que construyó fue sencillamente esa: qué organizaciones criminales había, su presencia en el territorio mexicano y su lealtad a cárteles determinados.

“Tuve que ir hacia atrás para mostrar cómo esas organizaciones antes no existían, porque los datos me fueron hablando y me hicieron preguntar ¿por qué ahora son 9 cárteles, cómo llegamos a ellos, por qué de pronto son más violentos, por qué unos son más grandes que otros? y todo eso lo pude hacer gracias a la primera base de datos”.

A partir de esa base “madre”, a golpe de teclazo en Excel, Montalvo construyó una nueva, que califica como una investigación de fuentes híbridas.

“No es un trabajo cuantitativo 100 por ciento. A la información en papel de la Procuraduría General de la República (PGR) agregué información de análisis que encontré en documentos académicos sobre estudio de crimen organizado, más información de entrevistas  y comunicados y boletines de la misma PGR a medios.”

Después interrogó a su nueva base.

“¿Qué era lo que me estaba mostrando? Hay que tener la mente muy abierta a hacer cualquier pregunta a los datos, hasta la más complicada, no obviar cosas, y tampoco creer que no vas a encontrar tus respuestas en la base, porque realmente los datos hablan, y hablan muchísimo”.

 

La respuesta entonces fue obvia. Los datos mostraban la pulverización de los grupos criminales en mayor número aparejada al incremento de la violencia con los años.

“Era la evolución de las bandas del crimen organizado, me estaba mostrando quiénes son los dominantes, que hubo una separación entre ellos. Eso me llamó a responderme con los mismo datos: ‘hay conflictos muy específicos entre los grandes cárteles’.”

“Es necesario entender qué es lo que tienes: si tienes años, cuáles son tus campos…  Con base en ello ves hacia dónde te pueden llevar los datos. Siempre respeta a tu base en el sentido de tenerla limpia, conocerla, para que te hable. Si no está limpia, cuando te ‘escupa’ una respuesta, no la vas a ver”.

NarcoData ha alcanzado siete entregas, pero las bases construidas por Tania aún no agotan su potencial. Este trabajo, no obstante, no era el primero en el que Montalvo construyera y analizara una base de datos.

Censo de la Reforma Educativa

CC By CEDIM News

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En un proceso de supuesta renovación de estructuras mexicanas como la energética, la fiscal y la educativa, una de las promesas de avance en esta última fue la depuración de la nómina de profesores que reciben pago del erario público.

No más fallecidos que cobran sueldo por enseñar, maestros que renunciaron y cuyos pagos no obstante siguen siendo religiosamente cobrados o maestros que jamás dieron una sola clase frente a grupo. La investigación que Tania Montalvo publicó en 2015,  sobre la nómina nacional de maestros, descubrió que la promesa era, al menos hasta entonces, falsa.

Lo probó a través de la construcción y cruce del recién hecho censo magisterial nacional contra la nómina pagada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

“La idea surgió de una base que nos entregó Gobierno de Oaxaca después de una solicitud de transparencia, con 40 mil celdas: cada maestro, cada escuela. Pudimos ver maestros hasta con 30 plazas, solamente en Oaxaca”.

Esa base se escaneó desde las infames fotocopias en papel que le fueron entregadas, desde donde escrapeó con algunas herramientas como Cometdocs, Tábula e Import.io.

Para ampliarla a nivel nacional, Tania recurrió al Instituto Mexicano para la Competitividad, con quienes obtuvo ayuda para rastrear los datos nacionales relacionados con la nómina magisterial a través de la plataforma de datos abiertos del gobierno federal, por entonces una novedad.

“Creo que de alguna forma ese fue mi primer acercamiento con los Datos Abiertos de gobierno, yo estaba escéptica, pero base con solicitud por cada estado, hubiésemos tardado muchísimo. Pudimos hacerlo a nivel nacional, pudimos comparar cómo la nómina antes y después de la reforma educativa no había cambiado, sino en un mal sentido, les estaban pagando más a los maestros pese a que se suponía que ya les habían depurado, y lo  pudimos ver trimestre a trimestre”.

La nómina, pagada por SHCP fue contrastada contra la base de datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que recién había efectuado un censo donde se enlistaban qué maestros que daban clase frente a grupo, quiénes sólo realizaban labores sindicales y dejaba fuera “aviadores” y otros defraudadores.

“SHCP tiene que preguntar a SEP si todos esos maestros están frente a grupo y la SEP tuvo que haber verificado que estaban frente a grupo o si no murieron, porque había muchos muertos que seguían cobrando sueldos”.

Este año, la SEP reconoce por primera vez que dejó de pagar 5 mil plazas porque no estaban frente al grupo.  “Eso debió haber ocurrido antes”, acota Montalvo.

Gasolineras por colonia

En 2014 Montalvo desarrolló una investigación sobre las gasolineras que en la Ciudad de México violaban la ley al ser un excedente a lo permitido. En este trabajo el mayor reto fue la dispersión y falta de granularidad de algunos de los datos: Montalvo tenía por un lado información en porcentajes del excedente de gasolineras y por otra parte listados de todas las razones sociales de gasolineras en la Ciudad, pero no tenía las ubicaciones de las gasolineras que violaban la ley.

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“Yo sabía que había más gasolineras y que se estaba violando el reglamento, Pemex tenía muchas bases de datos, pero tenía los nombres de gasolineras al azar, no me decía dónde estaban, pero nosotros obtuvimos otra base de datos por delegación.

 

“Pudimos entonces cruzar las bases de datos para saber en dónde estaban, y cruzamos con una base más, de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), para saber cuáles estaban sancionadas, y cuáles estaban violando la ley al abrir”.

Con la ayuda de las organizaciones Escuela de Datos y Social Tic, y en particular de Phi Requiem, Fellow de Escuela de Datos 2014, se logró la sistematización de dicha información.

“De alguna forma fue una base chiquita, pero el caso es que toda la denuncia ya estaba totalmente construida, yo tenía reporteado con los gasolineros que se estaba violando el reglamento, pero no tenía datos para hacerlo mucho más visible.

“Nos permitió construir este mapita donde ya fue lo único que necesitábamos para cerrar y así le mostramos solidez a nuestro argumento de que se estaba violando la ley”.

Datos para justificar opiniones

De cierto modo, la trayectoria de Tania Montalvo le permitió desarrollar una idea que inició en una clase de periodismo asistido por computadora (PAC) en alguna de sus clases de periodismo en el Tec de Monterrey.

“Lo que me llevé de esa materia es entender la importancia de usar datos, de que la información en cualquier nota periodística fuera precisa, más allá de una declaración”.

Justificar (o no) con datos las declaraciones de personajes públicos o de opiniones públicas ampliamente compartidas entre ciudadanos, ha sido el hilo conductor desde sus primeras investigaciones en CNN Expansión sobre la ubicación de víctimas de violencia hasta NarcoData.

“Todo tipo de periodismo debe tener datos, y los hay en todas partes. Entiendo el punto de que se le llame periodismo de datos pero al final es periodismo.

“Si es periodismo: narrativo, de explicación, de lo que sea, es súper importante saber usar los datos y hacerlo bien. En el periodismo de datos puedes usarlos en masa, una cosa mucho más grande, pero para llegar a eso tiene que empezar utilizando bien porcentajes, tasas, sabiendo cómo se hace una diferencia porcentual… cosas que son elementales para que sigas el camino de los datos y ya puedas utilizar una base mucho más grande”.

Otro punto que es necesario tener en mente, en opinión de Montalvo, es que la interdisciplinariedad no suple la obligación individual de aprender de otras disciplinas.

“El trabajo multidisciplinario es valiosísimo, pero al mismo tiempo es fundamental que entre todos comprendamos la labor del otro, aunque sea en la parte mínima. Yo no programo, pero creo que sí es necesario tener al menos ideas básicas porque un programador es valiosísismo y están dedicados. Difícilmente llegue a los niveles en que está nuestro programador, Gilberto León, pero yo debería saber que si quiero que Gilberto entienda mis ideas, yo debería entender las suyas a un nivel técnico”.
“Yosune, nuestra diseñadora, que sí sabe de programación, tuvo que aprender muchísimo de mi labor periodística, en términos de mi mirada como periodista para poder visualizarla y yo al mismo tiempo tuve que aprender de ella para poder comunicar lo que tenía. En ese sentido es muy importante conocer un poco de lo que hace que el otro”.

Katherine Pennacchio: rebeldía colaborativa

- el mayo 18, 2016 en Uncategorized

 

19242158KatherinePennacchioCuando la invitaron a trabajar en la investigación de bases de datos de los llamados  Panama Papers, junto con aproximadamente 370 periodistas más alrededor del globo, la periodista venezolana Katherine Pennacchio se encontró con una maquinaria asombrosa.

“Básicamente teníamos dos plataformas a las que podíamos entrar”, detalla en entrevista,  “una era una red social [basada en el software abierto de Oxwall], con ella podíamos estar en contacto con los demás periodistas de cualquier lugar del mundo.

“Íbamos creando grupos: ‘Hallazgos de Panamá, de España…’ si yo estaba investigando un personaje cualquiera y estaba relacionado con un grupo de España iba a ese grupo y lo ponía allí”.

La otra plataforma fue un buscador que les permitía ubicar a los beneficiarios de los servicios de Mossack Fonseca, muchos de los cuales violaron leyes para ocultar millones de dólares que evitaron pagar en impuestos. También permitía navegar  los millones de documentos entre pdfs, fotos y otros archivos, así como datos estructurados.

Para que el buscador funcionara, apenas dos desarrolladores,  Rigoberto Carvajal y Miguel Fiandor, habían reconstruido la base despedazada entre varios formatos.

Colaboración. Era la piedra angular  sobre la cual, de acuerdo con la hoy periodista de Armando.info , se monta el periodismo de datos. Pero ella no la aprendió con los Panama Papers.

 

CC NC SA by Fotomovimiento

CC NC SA by Fotomovimiento

Lo supo desde su participación en la investigación finalista del premio Gabriel García Márquez Propietarios de la Censura ––que mide las consecuencias del fenómeno de la compra masiva de medios por parte del gobierno venezolano tras la muerte de Hugo Chávez–– y en la iniciativa Vendata, con que ella busca habilitar investigaciones de datos sobre información de la Gaceta (órgano oficial de publicación de leyes venezolanas).

“Creo que mucha gente piensa que se trata de hacer un mapa o una visualización, pero el periodismo de datos como tal es un proyecto que logre tener varias aristas cubiertas: investigación, colaboración y datos.

 

“Todo periodista debe tener un amigo desarrollador, no uno, varios”, dice con una sonrisa.

“La mayor suerte que un periodista puede tener es trabajar con un desarrollador que vaya de su mano. No le quito mérito ni al diseñador ni a otros periodistas. Lo ideal es tener al menos uno de cada uno”.

Para Vendata ha sido fundamental el apoyo de Ipys Venezuela y Transparencia Venezuela. El proyecto comenzó cuando Katherine conoció al desarrollador Victor de Ponte y le planteó su idea.

“Él me ayudo a darle forma a lo que yo traía en la cabeza. Es semejante a los proyectos de VozData en Argentina (de La Nación). De ahí vino una de las ideas: lástima que no había documentación de su trabajo, y no es posible para el programador simplemente copiarlo. Se tuvo que crear desde cero. Nosotros queremos que en el nuestro haya documentación para que pueda reproducirse la plataforma en cualquier país para otros proyectos”.

La escasez de papel para impresión, banda ancha y… profesionales especializados en datos; el racionamiento de la electricidad y la censura son elementos a franquear en Venezuela, pero el proyecto continúa con éxito. Tiene objetivos ambiciosos: crear una plataforma que habilite la investigación sobre la Gaceta, un amasijo de publicaciones sin estructura alguna, hecha de escaneos de documentos disímiles y que se carga a un sitio donde a veces ni el ojo humano puede leerlo.

Katherine equipo“A pesar de todos los problemas que tenemos he tenido suerte consiguiendo personas que se comprometan por varios meses durante el proyecto. Somos cuatro, los que iniciamos: Arysbell Arismendi, coordinación, la diseñadora de Propietarios de la Censura, Roselia Ruiz y también y Victor de Ponte, el desarrollador que conocí en un hackatón en Caracas».

Tres años atrás, durante su maestría en Periodismo de Investigación, Datos y Visualización en la universidad española Rey Juan Carlos seguía los pasos de la también periodista Emilia Díaz Struck, su mentora en Venezuela.

“Fue mi acercamiento profundo al periodismo de datos. Hice mi tesis en CartoDB. Me interesé en el tema de visualización. Me costó un poco porque no sé muchísimo sobre programación, pero ahí empecé a familiarizarme con el código, me ayudó a entender cómo relacionarme con desarrolladores, aprender el lenguaje que ellos hablan y aprender a explicarte en cuanto a lo que necesitas, que es un reto”.

Hay otros retos: es un país donde periodistas fueron retirados de sus posiciones en televisión por sugerir la existencia de desabastecimiento de víveres o donde está prohibida la palabra “inflación”, profesionales de la información y desarrolladores escasean, lo mismo que el papel, y la banda ancha, y el trabajo de instituciones con que Katherine ha trabajado recibe constantes críticas de agentes cercanos al gobierno venezolano por haber recibido financiamiento de organismos internacionales como USAID y National Endowment for Democracy (NED).

Katherine decidió quedarse.

“Siempre quieres aportar algo a la sociedad y esta es mi manera de hacer alguna aportación. Por otra lado, tal vez tengo un problema con la autoridad”. Katherine sonríe.  “Me gusta desafiarla, hacer contraloría social”.