Expediciones de datos, qué son y para qué sirven.

el agosto 4, 2016 en Uncategorized
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CC by SA NC Mariano Mantel

¿Cómo potenciar la diversidad de perfiles en nuestras comunidades de datos? Cuando las habilidades y las solvencias técnicas son distintas entre sus integrantes, pero es necesario reunirlos para catalizarlas, ¿qué formato de reunión es el más adecuado?

En ocasiones un taller no lo es. Para eso están las expediciones de datos. Se trata de una reunión que convoca a diferentes tipos de perfiles con diferentes grados de acercamiento al uso de los datos, con el objetivo (a veces en realidad una excusa para la reunión) de conocerlos, analizarlos, visualizarlos, o de trabajar con ellos de cualquier modo que resulte útil para los asistentes. Muchas veces la expedición se organiza en torno al proceso de aprovechamiento de datos conocido como Data Pipeline.

Aquí reunimos una serie de consideraciones que son indispensables para una expedición de datos efectiva, en este caso presencial (cuestión aparte sería una posible expedición en línea). Agradecemos a los fellows 2015 de Escuela de Datos Camila Salazar y Julio López por compartir con nosotros parte de su experiencia.

Determina el objetivo de la expedición

Aunque el objetivo general siempre será reunir una comunidad de perfiles diversos para que se conozcan y aprendan a usar datos o a pulir sus habilidades en su aprovechamiento, puede haber objetivos particulares, como formar un equipo que posicione un tema específico por medio de análisis y visualización de datos, o que grupos o colectivos particulares, e.g. colectivas de género, trabajen temas de sus campañas con datos y afiancen sus conclusiones o paradigmas.

Mide el tiempo con el que cuentas.

Del objetivo depende la duración de la expedición, aunque típicamente duran entre 3 y 4 horas. En menos de 3 horas no es aconsejable ya hacer una expedición de datos, sino que en esos casos conviene un taller para abreviar. Las expediciones que se extiendan más de 4 horas deberán tener en cuenta el factor agotamiento y prepararse para enfrentarlo.

  1. Determina la capacidad de asistentes con base en el lugar de la expedición

Suena obvio, pero de esto depende la conformación de suficientes equipos con suficientes perfiles en ellos. Julio López indica que en las expediciones que ha organizado o ayudado a organizar los equipos no superan las cinco personas hasta alcanzar las 20, lo cual es ideal si eres el único guía (Data Sherpa) de la expedición.

  1. Identifica bien los perfiles de los asistentes con base en su relación con los datos.

En una expedición conviene identificar los perfiles que se categorizan con base en su relación con los datos. Es crucial ser conscientes de que los perfiles NO tienen que ver necesariamente con ningún nivel de solvencia técnica. Puede haber distintos perfiles en distintos grados de relación con el uso de bases de datos, desde poca familiaridad hasta la mayor de ellas.

Data Scout : localizan las fuentes de datos y maneras de descargarlos. Pueden ser técnicos o no, dependiendo la necesidad o no de herramientas especializadas para obtener estos datos.
Storytellers: Son buenos creando hipótesis sobre la manera en que se comportan ciertos fenómenos pero también para comunicar los mensajes resultantes a audiencias específicas por medio de géneros y canales adecuados.
Analistas: se enfocan en agrupar los datos y analizarlos, ya sea visual, estadísticamente o con ayuda de herramientas para probar las hipótesis de los storytellers
Diseñadores: se encargan de que los resultados de las historias o hipótesis ya comprobadas por datos sean eficientemente comunicados de una manera bella y funcional. Para este perfil, no es necesario que los asistentes sean diseñadores profesionales, un diagrama de flujo en una hoja de papel es tan válido como una animación.

La diversidad de perfiles es esencial para el éxito de la expedición, y también lo es que tras una breve introducción sobre Datos Abiertos, se les identifique y distribuya entre los perfiles. No debería haber demasiadas personas con el mismo perfil en cada equipo.

“Si todos son periodistas o todos son de ONG se limitan un poco las cosas que se pueden hacer. Lo ideal es tener un público variado. Eso depende de con quién estés organizando el evento”, dice Camila Salazar.

¿Cómo lograrlo? Perfilando y difundiendo la convocatoria en canales que lleguen a audiencias tan distintas como activistas, periodistas, desarrolladores, diseñadores, comunicadores, sociólogos y académicos, etc.

  1. Selecciona adecuadamente tu base de datos

Está íntimamente relacionado con el objetivo de la expedición: si es para una colectiva de género, o cubre temas electorales, le parecerá relevante a ciertas audiencias. Además de su relevancia, otra característica a considerar es su complejidad.

“Debes tener una base que sea jugosa”, dice Camila. La relevancia de los datos es crucial. No uses una base de datos extranjera y de hace cuatro años cuando hay muchas disponibles que tienen que ver con los temas que interesan al grupo que convocaste.

La complejidad de la base de la base también debe ser la adecuada.

“Que no sean tres variables ni dos cruces, porque si va a haber diferentes grupos lo ideal es que cada grupo vea un ángulo diferente”, acota Camila. “Se trata también de que la gente se interese en usar datos”.

Dependiendo de los objetivos de la expedición, lo más conveniente puede ser llegar con una base de datos limpia. Así, en tres horas es posible hablar un poco de los procesos de recolección y limpieza de datos, pero hacer énfasis en que los participantes hagan cruces básicos como tablas dinámicas con las bases.

Al final, lo óptimo es animar a los participantes a que hagan algunos ejercicios de visualización con herramientas pre compiladas para este propósito. Esto los deja con una sensación de que se van con un “producto” tangible de su trabajo.

“Les puedes mostrar herramientas gratuitas donde puedes meter los datos y salga algo bonito. En ese sentido, eso no es conceptualmente visualización pero esto les permite ya sensación de logro”, explica Camila.

  1. Administra tu audiencia.

Una vez más, la clave es la diversidad de cada equipo. Habrá algunas personas que no estén familiarizadas con el tema de Datos Abiertos, pero pueden aportar muchas ideas, mientras otros tendrán más experiencia en el tema. Para el Guía de Datos o Data Sherpa no se trata de dar una conferencia magistral sobre Datos Abiertos, sino de introducir el tema para aquellos que no lo conocen. Algunos en los equipos se encargaran de que todo fluya con naturalidad y hacia un análisis jugoso.

“En el caso de que asistan muchas personas de un sólo perfil hay que hacer un poco más de trabajo con los grupos, va a tocar reunirse más con ellos y hacer un poco más de mentoreo. Le toca a uno como organizador brindar ese mentoreo con la gente”, comenta Julio.

En Latinoamérica solemos encontrarnos con audiencias parlanchinas o con asistentes que disfrutan particularmente compartir su conocimiento con la audiencia. Es una técnica útil encauzar los ánimos de estos participantes a ayudar a integrantes de uno o varios equipos, como un mentor adicional si sus conocimientos lo permiten, en lugar de detener el proceso de los equipos con sus participaciones.

En general, se trata nuevamente de que el o los Data Sherpas se acerquen a los equipos e identifiquen qué roles pueden jugar los participantes dependiendo de sus personalidades y habilidades.

  1. Dale un sentido de compleción y socializa los procesos y resultados de cada equipo

“En ese tipo de eventos hay que dejar claro que no necesariamente tienen que llegar al final con un producto al final. En esta caso se trata de que la gente explore con los datos, que se logren formular un montón de preguntas distintas y que se intenten responder. Es decir, con una base se pueden responder parcialmente una pregunta pero con esta otra, al cruzarla, se puede dar una respuesta más concreta”, dice Camila.

De cualquier modo, es indispensable conseguir un sentimiento de haber obtenido algo, conocimiento o algún producto de datos, al final de la expedición.

Esto se logra con una práctica tan sencilla como invitar a todos los equipos a compartir de manera breve sus procesos y hallazgos en una presentación al final de la expedición, frente a los otros equipos.

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