Fact-checking: la fiebre que se contagia por toda Latinoamérica

Ves a un político dando un discurso. “Está mintiendo”, te dices. Y allí se queda. Muchos políticos mienten, pero muchas veces los medios no se esfuerzan lo suficiente por comprobar si lo que una fuente de información dice es verdad o no. Es allí donde la comprobación de datos o fact checking entra al juego. Verificar que lo que se dice en el discurso público tenga credibilidad es una manera de hacer que las figuras públicas rindan cuentas. Lo mejor es que en los últimos años ha surgido un boom en la aplicación de estos principios a la realidad latinoamericana.

Existen iniciativas que se dedican a eso, a tomar de lo que se discute en los medios y comprobar la veracidad de lo que se dice a través de los datos disponibles. Uno de los grandes “culpables” de este boom latinoamericano por el fact-checking es Chequeado, un medio que busca mejorar el debate público que suele basarse en prejuicios, ideologías e intereses y no en datos y hechos. Lo hace verificando las declaraciones de personas públicas -como políticos, economistas o empresarios-, medios de comunicación y otras instituciones. Clasifican esos dichos como “verdadero” o “falso, con base en los hechos y datos que encuentran.
Este medio definió una serie de pasos que busca seguir en cada ocasión, y los compartió en muchas capacitaciones y talleres, lo que desencadenó el surgimiento de otros proyectos de chequeo en medios tradicionales y alternativos en América Latina.

Otros proyectos surgieron por su cuenta, pero ahora podemos conocer al menos 17 iniciativas de verificación del discurso público en 10 países de Latinoamérica.

La metodología que Chequeado estableció consiste en una serie de ocho pasos que culmina al brindarle a la frase una calificación en base a lo que se pudo comprobar, la cual varía desde verdadero hasta falso y todos los grises enmedio que se puedan preestablecer.

  1. Seleccionar una frase del ámbito público que sea verificable (Datos, no opiniones).
  2. Ponderar su relevancia, ya sea por el tema o por quién la dijo.
  3. Consultar a la fuente original, a la persona o institución que la dijo
  4. Consultar a la fuente oficial, aquella institución gubernamental que se encarga del tema y debería tener datos relacionados.
  5. Consultar a fuentes alternativas, como organizaciones sociales, centros de investigación y la academia.
  6. Ubicar la frase en su contexto
  7. Confirmar, relativizar o desmentir la afirmación que se seleccionó
  8. Calificar la declaración con una etiqueta que varía entre verdadero y falso.

50 sombras de la verdad

¿Existe una verdad a medias? ¿Y si digo la verdad, pero en un contexto engañoso? Por todas estos y otros problemas con la verificación de la veracidad en lo que alguien dice, las clasificaciones varían mucho, dependiendo de quien verifica. Chequeado estableció nueve grados para sus chequeos que van así: verdadero; verdadero +; verdadero, pero…; discutible, apresurado, exagerado, engañoso, insostenible y falso. Existen ocasiones en las que más de una calificación se podría aplicar.

Las clasificaciones expresan la conclusión a la que llegan los periodistas los sitios de fact-checking sobre la veracidad de los dichos en el ámbito social.

Según el recuento de los sitios latinoamericanos de chequeo que mencionamos, cada uno elige la manera de calificar que se acomode mejor en sus capacidades y en la manera en que quiere comunicarse con su público. Usando lenguaje popular o la misma identidad del medio, vemos como la verificación de datos siendo aplicada de maneras creativas.

Fact2

Las clasificaciones de La Casaquera, Politígrafo, Preto no Branco, Truco, El Sabueso, El Polígrafo, UY Check y Conpruebas

Un show en vivo

Los discursos de los presidenciables son la excusa perfecta para que a la verificación de datos se le añada la emoción por la inmediatez. En Costa Rica, el periódico Nación verificó en vivo el mensaje anual del presidente Luis Guillermo Solís en un especial que mostraba a tiempo real las verificaciones que se lograban comprobar, minuto a minuto.

Y por varios años, Chequeado ha invitado a que cualquier persona contribuya a su chequeo de los discursos presidenciales y puso a funcionar un portal para los chequeos en vivo, como puedes ver en este vídeo.

Si encontraste algún proyecto de verificación de datos en tu país, ¿por qué no pruebas contribuir enviándole una frase para que chequeen?
*¿Conoces una iniciativa latinoamericana de fact-checking que no hayamos mencionado? Mándanos un tuit con información sobre ella. Puedes encontrarme como @danyvillatoro y asegúrate de incluir a @EscuelaDeDatos para que podamos agregarla al mapa.

 

 

 

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